Así se defiende el espacio aéreo español.
Sin lugar a dudas, la defensa del espacio aéreo español constituye una de las misiones más importantes de nuestras Fuerzas Armadas. Con un esfuerzo prolongado las 24 horas del día, los 365 días del año, el peso de esta misión recae en el Ejército del Aire, si bien las unidades de artillería antiaérea del Ejército de Tierra y las fragatas de la Armada contribuyen constantemente a la protección de nuestro espacio aéreo.
La importancia de esta misión es tal que en los últimos años se ha creado el Mando de Defensa y Operaciones Aéreas (MDOA), bajo dependencia directa del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, la máxima autoridad militar. Este Mando, delegado al Comandante del Mando Aéreo de Combate del Ejército del Aire (MACOM) es responsable del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones de vigilancia, seguridad, control y policía aérea en los espacios aéreos de soberanía, responsabilidad e interés nacional.
EL CEREBRO.
El Mando Aéreo de Combate está ubicado en Torrejón de Ardoz. Desde la reestructuración de la OTAN en 2010, comparte ubicación con el CAOC TJ, el centro que coordina la vigilancia del espacio aéreo de los miembros de la OTAN en el Sur de Europa, desde las Islas Azores hasta Rumanía.
El control del espacio aéreo español se realiza a través de la Jefatura del Sistema de Mando y Control, que tiene bajo su mando tres unidades principales:
– El Grupo Central de Mando y Control (GRUCEMAC), ubicado en Torrejón de Ardoz y también conocido como “Pegaso”.
– El Grupo Norte de Mando y Control, ubicado en Zaragoza y conocido como “Polar”, que se alterna cada semana con “Pegaso” en la responsabilidad de controlar nuestro espacio aéreo.
– El Grupo de Alerta y Control (GRUALERCON), situado en la Base Aérea de Gando, Gran Canaria, responsable de la defensa aérea de las islas y conocido como “Papayo”.
Estos tres centros, perfectamente integrados a través de avanzados sistemas de comunicaciones que comparten información con el resto de aliados, son apoyados por el Grupo de Circulación Aérea Operativa, también ubicado en Torrejón de Ardoz y que, a través de sus escuadrillas en Madrid, Barcelona, Sevilla y Las Palmas, coordinan con las autoridades civiles el control del espacio aéreo e informando a Grupos de Mando y Control de los movimientos de aeronaves.
Existe además un Grupo Móvil de Mando y Control, que a diferencia de Pegaso, Polar y Papayo, puede ser desplegado en cualquier lugar del territorio nacional o del extranjero, ofreciendo un puesto alternativo de mando y control con todos los medios necesarios.
LOS OJOS.
Pero ¿De qué información se nutren estos centros de Mando y Control?. España, por desgracia, no dispone de aeronaves de alerta aérea temprana, pero sin embargo cuenta con una amplia red de escuadrones de vigilancia aérea equipados con modernos radares tridimensionales LANZA (fabricado por la española Indra) y RAT-31 (fabricado por la italiana Alenia), ubicados por norma en los puntos más altos de la Península Ibérica y las Islas. Estos escuadrones de vigilancia aérea son los siguientes:
– EVA 1, ubicado en El Frasno (Zaragoza), con indicativo “Siesta”.
– EVA 2, ubicado en Villatobas (Toledo), con indicativo “Matador”.
– EVA 3, ubicado en Constantina (Sevilla), con indicativo “Bolero”.
– EVA 4, ubicado en Rosas (Gerona), con indicativo “Samba”.
– EVA 5, ubicado en Aitana (Alicante), con indicativo “Kansas”.
– EVA 7, ubicado en Sóller (Mallorca), con indicativo “Embargo”.
– EVA 9, ubicado en Motril (Granada), con indicativo “Orión”.
– EVA 10, ubicado en Noya (La Coruña), con indicativo “Nécora”.
– EVA 11, ubicado en Álcala de los Gazules (Cádiz), con indicativo “Perseo”.
– EVA 12, ubicado en Espinosa de los Monteros (Burgos), con indicativo “Lira”.
– EVA 13, ubicado en Sierra Espuña (Murcia), con indicativo “Dragón”.
– EVA 21, ubicado en Vega de San Mateo (Gran Canaria), con indicativo “Nieves”.
– EVA 22, ubicado en Haría (Lanzarote), con indicativo “Siroco”.
Esta estructura de escuadrones de vigilancia aérea está en permanente renovación y ampliación. Los EVAs 11 y 12 entraron en servicio en 2000 y 2002, respectivamente, y en la última década se ha constituido el EVA 14 en Villanubla, Valladolid. En 2013 se completó la sustitución de los antiguos radares americanos por los modelos tridimensionales españoles e italianos. Y en los últimos años, la integración cada vez más frecuente de las fragatas de la clase F-100 en el sistema de defensa aérea nacional, gracias a su potente radar SPY-1D y a sus capacidades de comunicaciones con satélite, han convertido a estos magníficos escoltas en un vector más de la vigilancia de nuestro espacio aéreo, que además aporta las capacidades de sus temibles misiles SM-2.
EL SISTEMA NERVIOSO.
Para que los EVAs puedan nutrir de información a los centros de Mando y Control, y estos a su vez puedan emitir órdenes a las unidades de reacción rápida, la defensa aérea nacional mantiene un sistema de comunicaciones que es considerado uno de los mayores activos estratégicos de nuestro país.
La antigua Red de Microondas, hoy en día integrada en la Red Conjunta de Telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas, proporciona la columna vertebral de las comunicaciones de nuestra defensa aérea, monitorizada permanentemente desde el Estado Mayor del Aire en Moncloa. La ubicación de los repetidores de la red de microondas es mantenida con la debida reserva, al constituir uno de los pilares de nuestra capacidad de respuesta ante las amenazas a las que puede enfrentarse nuestro espacio aéreo.
EL MÚSCULO.
La capacidad de reacción ante amenazas aéreas en nuestro país depende, principalmente, de los aviones en QRA (Quick Reaction Alert). En España, cinco bases aéreas mantienen parejas de cazas de reacción rápida. En las islas Canarias, dos F-18 del Ala 46, montan guardia permanentemente en Gando. En la Península, los Eurofighter de las Alas 11 y 14 de Morón y Albacete, y los F-18 de las Alas 12 y 15 de Torrejón y Zaragoza, comparten esta responsabilidad, habiendo al menos cuatro aviones siempre disponibles para reaccionar ante cualquier eventualidad.
Tanto el F-18 como el más moderno Eurofighter son aviones con una buena capacidad en combate aire-aire (podría decirse que excelente en el caso del EF-2000), y además disponen de armamento avanzado para cumplir su cometido, como son los misiles IRIS-T o SideWinder para el combate a corta distancia, o los misiles AIM-120 AMRAAM o AIM-7 Sparrow para el combate más allá del horizonte visual.
Estos aviones permanecen guarecidos en hangares “bunkerizados” y listos para despegar en un tiempo máximo de 15 minutos (la realidad es que en los ejercicios que se realizan constantemente, el tiempo de reacción es mucho menor). Los pilotos, vestidos con mono de vuelo y preparados para subirse a la cabina en cuanto suene la alarma. La defensa aérea española no descansa ni un sólo minuto a lo largo del año.
En el mar, como hemos mencionado antes, y especialmente en caso de conflicto, las modernas fragatas F-100, pero también las más veteranas F-80, pueden contribuir a la defensa aérea creando una barrera de misiles SM-1 y SM-2, probablemente la familia de misiles antiaéreos navales más capaz en el mercado (si bien es cierto que ya existen modelos mucho más avanzados como el SM-3 o el SM-6, con capacidad incluso de derribar misiles balísticos).
El Ejército de Tierra, por su parte, aporta la artillería antiaérea. Además de los 92 cañones bitubo Oerlikon de 35 mm, con direcciones de tiro Skyguard y Skydor, los regimientos de artillería antiaérea (RAAA) disponen de una gran variedad de sistemas de misiles. El más capaz, probablemente, sea el misil Patriot. España dispone de tres baterías de este misil (1 adquirida en 2004 y las dos restantes adquiridas recientemente), que pertenecen al RAAA 81 de Marines, Valencia. El RAAA 74, con bases en Sevilla y Cádiz, dispone de seis baterías de misiles Hawk, con bastantes años en servicio. El RAAA 71, con base en Cartagena, dispone de seis baterías de misiles Aspide y tres de misiles NASAMS (existe una batería de misiles NASAMS adicional en el archipiélago Canario).
Aunque estas baterías se encuentran habitualmente en sus acuartelamientos, su gran movilidad permite desplegarlos a lo largo y ancho del territorio nacional. Existen planes para, en caso de conflicto, organizar la defensa efectiva de instalaciones militares, industriales y energéticas vitales para la seguridad nacional.
¿ESTÁN NUESTROS CIELOS BIEN PROTEGIDOS?
Desde Fuerza Naval consideramos que, en comparación con otras áreas que presentan bastantes carencias en el seno de nuestras Fuerzas Armadas, la defensa aérea está bien organizada y equipada.
Sin embargo, todo es susceptible de mejorar. Consideramos que el actual despliegue de EVAs es suficiente, como también lo es la calidad de los equipos utilizados (el radar LANZA ha demostrado ser un equipo excepcional para controlar el espacio aéreo). Sin embargo, la adquisición de aviones de alerta aérea temprana permitiría reforzar y extender nuestra capacidad de control del espacio aéreo, ya que su altura de vuelo proporciona unos alcances radar excepcionales.
En el mercado hay opciones interesantes… como el Wedgetail adquirido por Turquía, Australia o Corea del Sur…
O el C-295 AEW, un proyecto ofrecido por EADS-CASA que además se fabricaría en nuestro país.
El número de “interceptores” aguanta la comparación con nuestros socios europeos (cosa que no ocurre en otras comparaciones referidas a nuestra capacidad militar). Frente a los 235 cazas británicos (aquí quizás deberíamos decir “vecino”, en lugar de “socio”), los 243 franceses, los 189 alemanes, los 144 italianos y los -sorpresa- 231 griegos, España dispone de un nada despreciable número de 146 cazas, si bien hay que tener en cuenta que el porcentaje de aviones operativos -que desconocemos- es uno de los datos más importantes a tener en cuenta, y estimamos que será mayor en los países del norte que en las naciones mediterráneas.
La artillería antiaérea del Ejército de Tierra ha dado pasos en la dirección correcta al adquirir las dos baterías adicionales de misiles Patriot, pero consideramos que es necesario unificar materiales y modernizar el inventario. Sustituir progresivamente las baterías de misiles Hawk por baterías adicionales de Patriot y reemplazar los Aspide por nuevas baterías de NASAMS sería una buena opción, al menos a ojos de Fuerza Naval.
Y como resumen, aquí os dejamos un vídeo con una demostración de las capacidades de nuestra defensa aérea…
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