Cam Ranh: la base que todos quieren.
La bahía de Cam Ranh es un puerto natural de aguas profundas situado en la costa sudeste de Vietnam. Considerado el mejor puerto del Mar de China Meridional, sus costas han conocido la presencia de los mayores imperios de la segunda mitad del S.XX: los Estados Unidos y la Unión Soviética. Ante las crecientes tensiones en la zona, principalmente por el pulso territorial de Pekín con los países ribereños, el interés por utilizar esta base vuelve a estar en alza.
Su historia como enclave estratégico se remonta al S.XIX, cuando entonces Francia, la potencia colonial, utilizaba la bahía como base naval para sus fuerzas en Indochina. Cam Ranh sirvió también de refugio a la flota del Almirante ruso Zinovy Rozhestvensky, en su tránsito hacia el Mar del Japón para enfrentarse con la Armada del Sol Naciente en Tsushima. Los japoneses tomarían ejemplo, y convertirían la bahía en una de sus principales bases durante la 2ª Guerra Mundial, en su imparable marcha hacia Malasia.
En la guerra de Vietnam, Cam Ranh alojó una de las bases aéreas más importantes de la fuerza aérea de los Estados Unidos, convirtiéndose en un importante centro logístico y en uno de los únicos tres puntos de acceso del país para las tropas que llegaban desde el continente americano a apoyar al régimen de Saigón. Inicialmente construida por la marina de los Estados Unidos y sus afamados “SeaBees”, la base también alojaría escuadrones de cazabombarderos F-4C Phantom. La bahía sirvió además como principal puerto logístico para las Fuerzas Armadas americanas, y sería en sus aguas donde se desembarcaría (y reembarcaría) gran parte del material militar utilizado en la contienda.

Pero con el transcurso de la guerra, la base caería en manos del Vietcong el 3 de noviembre de 1975.

Se abría una nueva era para Cam Ranh, a manos del principal benefactor de la causa comunista de Ho Chi Minh: la Unión Soviética. A partir de 1979, en base a un tratado firmado por 25 años, las fuerzas navales y aéreas de la URSS descubrirían la excepcionalidad estratégica de esta hermosa bahía vietnamita. Además de servir de estación de comunicaciones y de inteligencia electrónica, Moscú decidiría utilizar Cam Ranh como base aeronaval principal para sus operaciones en el Mar de China Meridional y en el Océano Índico.

Con claras ventajas climatológicas frente a las bases rusas del Pacífico (con sus accesos comprometidos por el hielo durante el invierno), Cam Ranh sería ampliada y preparada para servir de base avanzada de los submarinos nucleares soviéticos. Poco después de esta ampliación se convertiría en la base naval más importante fuera del territorio de los países del Pacto de Varsovia, y existía una presencia media diaria de veinte buques y seis submarinos en sus muelles. Por otro lado, la fuerza aérea soviética se apropio del aeródromo, destacando aviones de combate MIG-23, aviones de patrulla marítima TU-142, bombarderos TU-95 y aviones de reabastecimiento en vuelo TU-16.

Con la caída del muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, Rusia confirmaría la vigencia del tratado con el gobierno de Vietnam, manteniendo la estación de inteligencia electrónica y retirando a la mayor parte del personal militar. Sin embargo, y aunque el tratado expiraba en 2004, la situación económica de Rusia obligó a Moscú a retirar a todo su personal en 2001.
¿Y qué ocurre ahora?
En 2014, en una visita del Secretario General del Partido Comunista de Vietnam (cuyo nombre es impronunciable) a Sochi, Moscú acordó con Saigón “agilizar” los trámites para las escalas de sus buques en Cam Ranh, lo que viene a significar que a día de hoy pueden entrar y salir a sus anchas, quizás como pago a los seis submarinos Kilo que Rusia vendió a este país del sudeste asiático a muy buen precio. En 2015, Moscú destaco aviones de reabastecimiento en vuelo IL-78 para proporcionar combustible a sus cada vez más frecuentes vuelos de “disuasión”, realizados por los veteranos TU-95 en el Pacífico.

El problema es que Cam Ranh está ahora muy bien situada para un conflicto en ciernes: la disputa por la soberanía del Mar de China Meridional y la amalgama de islas por las que pelean los países ribereños. Rusia no pinta demasiado en este follón, pero hay un antiguo inquilino de la bahía al que no le importaría nada tener acceso a este excepcional puerto natural mientras juega al tira y afloja con su gran rival en Asia-Pacífico: los Estados Unidos.

No por nada, el entonces Secretario de Defensa Leon Panetta, visitó la bahía en 2012, esperando que Vietnam le abriera sus puertas como supuestos garantes de la independencia del -ahora amigo- régimen comunista de Hanoi frente al gigante asiático. Todo iba bien, incluso algunos barcos del MSC recalaron en las aguas de la bahía para realizar algunas reparaciones de fortuna. Pero Hanoi decidió devolver el favor a sus aliados durante la Guerra Fría y contrato a empresas rusas para remodelar la base y construir un importante puerto comercial en sus orillas.

Hace sólo unos días, el embajador americano en Vietnam, Ted Osius, negaba que Washington buscara un hueco en Cam Ranh, ni que hubiera ninguna razón detrás del levantamiento del embargo de venta de armas a sus antiguos enemigos vietnamitas, firmado por Obama en mayo de este año. Pero en los últimos años las insinuaciones sobre el interés de los Estados Unidos en proporcionar una base en el Mar de China Meridional a sus barcos no dejan lugar a dudas: volver a disponer de Cam Ranh (con su proximidad a las islas en disputa, a aguas profundas y al estrecho de Malaca) no vendría nada mal, aunque Moscú se haya adelantado. Japón, por su parte, otro de los grandes rivales del expansionismo chino, también ha mostrado su interés en utilizar la base, y ha firmado un acuerdo con Hanoi al respecto.

Hay que destacar que la estrategia de política exterior vietnamita es la del multilateralismo. Aunque parezca antagónico, no verían con malos ojos que la base de Cam Ranh fuera utilizada tanto por Rusia (su principal sumistrador de armamento) como por Estados Unidos, ambos aliados de peso frente a su vecino chino, con el que se disputa las Islas Paracel.
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