San Diego, “The Finest City”.

Fuerza Naval tuvo la oportunidad de visitar, hace algunos meses, la ciudad de San Diego, en California.

Esta ciudad es considerada el lugar de nacimiento de toda California, ya que fue el primer emplazamiento descubierto por europeos, y concretamente, por la expedición del español Juan Rodríguez Cabrillo en 1542. Hoy en día es la octava ciudad en población de todo Estados Unidos, muy cercana a la frontera con México, y la principal base naval estadounidense en las costas del Pacífico.

La base naval de San Diego, en 1946. En ese momento San Diego tuvo que alojar todos los excedentes de la II GM.

Y esa es la razón que nos llevó hasta allí. San Diego alberga los portaaviones Carl Vinson y Theodore Roosevelt, los LHDs Essex, Boxer, Bonhomme Richard y Makin Island, el LHA América, 10 buques anfibios, 8 cruceros Ticonderoga, 13 destructores Arleigh Burke, 9 buques de combate litoral (LCS), 1 destructor de la clase Zumwalt y 5 submarinos de la clase Los Angeles… todo esto, además de las aeronaves de las bases de North Island y Miramar, o el centro de adiestramiento de los Navy Seal en Coronado.

Mapa simplificado del centro de San Diego, donde se puede apreciar Point Loma y la península de Coronado.

La estación aeronaval (NAS) de Miramar era el hogar de la afamada escuela de pilotos “Top Gun”, trasladada en 1996 a una localización mucho menos atractiva en Fallon, Nevada. Pero San Diego permite a los fans de la película protagonizada por Tom Cruise visitar algunos lugares emblemáticos, tales como el Kansas City BBQ.

Kansas City Barbeque. Sin lugar a dudas, una visita -gastronómica- indispensable.
No conseguimos encontrar el piano con el que Maverick y Goose cantaban “Great Balls of Fire”.

El centro de la ciudad está dominado por la presencia del USS Midway, un portaaviones de 64.000 toneladas construido durante la Segunda Guerra Mundial y dado de baja en 1992, participando en operaciones desde la guerra de Vietnam hasta la guerra del Golfo de 1991. La obligada parada permite darse una vuelta para admirar las veteranas aeronaves de la aviación naval americana, tomarse un café en la terraza instalada en el ascensor de babor y visitar sus interiores, incluyendo el CIC con una simulación de las últimas operaciones llevadas a cabo sobre los cielos de Irak.

Acogedora terraza para los amantes de la aviación naval.
También pueden visitarse en cubierta algunos A-7 Corsair.
S-3 Viking. Retirado hace apenas 10 años, la falta de una aeronave exclusivamente antisubmarina es una preocupación para la US Navy.

Al otro lado de la bahía está la península de Coronado. En ella tienen base los portaaviones americanos en servicio (que pueden verse desde el Midway) y también numerosos escuadrones de helicópteros MH-60 y de aeronaves E-2C Hawkeye. Se accede desde el centro de San Diego a través de un puente que permite, mirando hacia el sur, ver la magnitud de la base y la enorme cantidad de buques basados en esta ciudad del sur de California. Pero Coronado, un barrio muy agradable con pequeñas casitas -casi todas habitadas por oficiales de la US Navy, en activo o en la reserva- acoge también la famosa playa donde se desarrolla el Basic Underwater Demolition/SEAL, o BUDS, el curso con el que se inicia la formación de los futuros miembros de las fuerzas especiales de la marina americana.

Con algo menos de altura, estas son las vistas que pueden apreciarse desde el puente de Coronado, que comunica el centro de la ciudad con la península del mismo nombre.
Playa de Coronado. Parece más fácil imaginar en ella una escena de Baywatch que el curso de adiestramiento en operaciones especiales con mayor fama a lo largo y ancho del globo.

Otro emplazamiento que merece la pena visitar en San Diego es Point Loma, donde se encuentra la base de submarinos. En el faro existe un monumento a Cabrillo, el explorador español que descubrió la bahía, emplazado de forma conjunta por la marina americana y la española. Desde aquí puede verse el movimiento de buques de guerra y submarinos entrando en San Diego. Point Loma aloja también un importante cementerio militar, muestra del respeto que el pueblo americano siente por sus hombres y mujeres de uniforme.

Faro de Point Loma.
Un submarino nuclear de ataque de la clase Los Ángeles, regresando a puerto.
Cementerio militar de Point Loma.

Si os animáis a viajar hasta esta preciosa ciudad del suroeste de los Estados Unidos, y continuáis viaje -como hicimos nosotros- hacia Los Ángeles, tendréis además la suerte de atravesar Camp Pendleton y, casi con toda seguridad, podréis ver a algún grupo de los más de 30.000 Marines basados en esta enorme instalación llevando a cabo algún tipo de adiestramiento.